No importa cuán talentoso seas como artista, si tu música no suena de calidad profesional, será difícil que puedas captar la atención de una audiencia y de las personas influyentes en el negocio y si no tienes algo que suene como debe sonar, da igual cuántos hashtags pongas, cuántos reels subas o cuánta pasta inviertas. La base de todo esto es una canción que merezca ser escuchada.
La producción no es solo sobre lo que haces en el estudio, sino sobre cómo puedes tomar tus ideas y transformarlas en algo que pueda competir con los grandes nombres de la industria.
Esta lección está diseñada para que no solo mejores tus habilidades de producción, sino que también aprendas cómo puedes aplicar estos conocimientos para desarrollar un sonido único y crear música que te represente de manera auténtica, pero vamos a dejar algo claro desde el principio:
Producir no es meter cuatro loops en FL Studio.
No es copiar el último beat viral de TikTok, ni es seguir tutoriales de: Cómo sonar como X en 5 minutos.
Además, veremos cómo la producción musical no es solo una cuestión técnica, sino también emocional, y cómo lograr que tu música conecte de una forma profunda con tu audiencia, producir música es crear algo que tenga cojones, alma y dirección. Algo que te represente que genere reacción y que diga algo, aunque sea sin letra.
Porque si no sabes lo que estás cocinando, igual te estás tragando tu propia mierda y luego te preguntas por qué la gente no la quiere probar. La producción musical no es un paso más, es el puto corazón de todo, sin producción clara, tu canción es como un Ferrari sin motor: bonito, sí, pero no va a ningún sitio.
La producción musical es el alma de una canción, es lo que define su calidad, su impacto y su capacidad de resonar con las personas, si un artista no está produciendo música de calidad, lo más probable es que su carrera no crezca como debería.
Por qué necesitas mejorar tu producción:
Destacar en un mercado petado y saturado
Cada día salen más de 100.000 canciones nuevas. ¿Y la tuya? ¿Qué tiene de especial?
¿Suena potente? ¿Emociona? ¿Conecta? Si no, ni tu madre la va a poner en bucle. Hoy en día, hay miles de canciones lanzándose cada día. La única forma de sobresalir es tener un sonido que suene bien, que se escuche profesional y que tenga algo especial.
Porque sin buena producción no hay emoción
La gente no escucha acordes, las personas sienten y si tu producción no transmite nada, lo siento, pero estás muerto artísticamente. No es sonar bonito, es sonar vivo. La producción es un vehículo para expresar las emociones de una canción, si la producción no está bien hecha, la canción puede sonar vacía y no lograr el impacto deseado.
Porque no estás solo en esto y puedes competir en plataformas de streaming y con sellos discográficos
Las plataformas de streaming son extremadamente competitivas, y los sellos discográficos buscan artistas que no solo tengan talento, sino también producciones que sean impecables. Estás compitiendo con artistas que tienen equipos, sellos, pasta y experiencia y tú… tú tienes actitud, perfecto, entonces asegúrate de que esa actitud suena como una bomba.
Tener una producción de calidad te coloca en una mejor posición para atraer la atención de estos actores clave. Tan oculto que ni tú te encuentras, la producción no es un extra. Es tu carta de presentación, tu aroma, tu huella y si eso falla, todo lo demás también.
Antes de empezar a mejorar tus habilidades, es crucial entender los principios fundamentales de la producción musical, porque sí, puedes ver mil tutoriales, comprarte el mejor plugin y aún así sonar a lata de atún.
Estos principios no solo se aplican a los géneros más populares, sino que son universales en toda la música. Esto no va de cuántos samples tienes, sino de cómo entiendes la base del juego.
DOMINA TU SOFTWARE O SÉ DOMINADO POR ÉL (DAW)
El primer paso para convertirte en un mejor productor es familiarizarte con tu DAW (Digital Audio Workstation). Sin importar si usas Ableton Live, FL Studio, Logic Pro, o cualquier otro software, la clave es dominar las herramientas que tienes a tu disposición.
Consejos para trabajar con DAW:
Aprende los atajos de teclado: Ahorrarás tiempo y podrás centrarte más en la creatividad.
Organiza tus proyectos: Asegúrate de mantener un flujo de trabajo ordenado con etiquetas, colores y carpetas. Un proyecto bien organizado puede mejorar tu productividad.
Usa plantillas: Si tienes una estructura de canción que usas con frecuencia, guarda plantillas. Esto te permitirá comenzar rápidamente y centrarte en la creatividad.
Mezcla y Masterización
Puedes tener la mejor letra del mundo y una melodía preciosa, pero si tu tema suena a radio de gasolinera, estás jodido, la mezcla y la masterización son dos de los aspectos más importantes de la producción. Mezclar no es un lujo, es una obligación.
Si no tienes un buen equilibrio de los elementos de tu canción, la calidad de la producción será deficiente y si ya estás pensando “para eso está el ingeniero”, te digo algo: hasta que no llegues a pagarle a uno de verdad que sea bueno, vas a tener que saber tú.
Mezcla: Es el proceso de equilibrar las diferentes partes de tu pista. Esto incluye la mezcla de voces, instrumentos y efectos para que todo suene de manera armónica.
Masterización: Es el proceso final de la producción, donde se ajustan los niveles generales y se prepara la canción para su distribución en diferentes plataformas.
Consejos para mejorar la mezcla:
Escucha la canción en diferentes sistemas de sonido: Desde tus audífonos hasta los altavoces del coche.
Usa ecualización (EQ) para despejar espacio: La ecualización ayuda a dar claridad y profundidad a cada sonido.
No sobrecargues de efectos: Menos es más. Usar demasiados efectos puede hacer que la mezcla suene desordenada.
Estructura de Canción
La gente no tiene tiempo y si en 10 segundos no le das algo que atrape… se van con otro artista que sí lo hizo.
Es importante entender cómo construir la estructura de una canción, usa la fórmula clásica (intro, verso, estribillo…) si no sabes qué coño estás haciendo y luego, cuando controles, te la puedes saltar.
Conocer los diferentes elementos (intro, verso, coro, puente, outro, etc.) y cómo se desarrollan durante la canción es esencial para mantener el interés de la audiencia.
Consejos para mejorar la estructura:
Sigue la estructura tradicional si eres principiante, pero no tengas miedo de experimentar.
Mantén la energía: Cada parte de la canción debe fluir de manera natural hacia la siguiente. No pierdas la atención del oyente en ningún momento.
Considera las transiciones: Las transiciones entre secciones deben ser suaves y coherentes. Usa efectos como risers, fills y dropouts para añadir dinamismo, haz que la gente no se dé cuenta de cómo pasó de un verso al coro, solo que se enganchó.
Porque sonar bien no es suficiente, tienes que sonar como tú, ser un buen productor no solo se trata de saber cómo usar tu software y saber dónde está el botón de exportar y conocer algunas herramientas de mezcla, tienes que dejar huella y para eso, tienes que dejar de sonar como todos y también de desarrollar un estilo único que te haga destacar.
Experimenta con Sonidos Nuevos
No repitas la fórmula que ya está gastada. ¿Sabes qué pasa si haces la misma base que hacen 100.000 personas? Desapareces, la gente recuerda lo raro, lo auténtico, lo que tiene personalidad, si tu música no destaca en los primeros 5 segundos, pierdes. La clave está en atreverte. No te limites a los sonidos predefinidos, la clave está en experimentar y crear algo único, combina instrumentos y sonidos que nadie junta y no sigas utilizando los mismos sonidos que todos los demás, usa sonidos cotidianos (puertas, mechero, tu voz al despertar) y mézclalo todo y ve qué sale, sino tu música se perderá en el ruido.
Crea tus propios sonidos
Sí, podrías tirar de presets de plugin famoso del momento, pero si tú no lo retuerces, si tú no lo conviertes en algo más… No estás produciendo, estás copiando. Tómate el tiempo de diseñar tus propios sonidos a través de sintetizadores, muestras y efectos personalizados, juego con el pitch, el tempo, la textura. Haz que un pad suene como lluvia y una batería suena como rabia, tu sonido no nace solo, se fabrica.
Usa sonidos de diferentes géneros
Si haces reggaetón, ¿por qué no meter un sintetizador de techno? Si haces trap, ¿por qué no añadir un acorde de jazz? Los géneros ya están mezclados, las personas hoy en día están escuchando de todo, así que tú no tienes que encajar en un molde, tienes que romperlo. No temas combinar elementos de diferentes géneros para crear algo nuevo y excitante.
Haz uso de samples (pero con cabeza)
No seas el típico vago que baja un loop, le pone un beat encima y dice que hizo un tema.
Usa los samples como inspiración, no como muleta. Los samples pueden ser una excelente fuente de inspiración, pero asegúrate de no caer en lo predecible. Modifica y juega con ellos para crear algo original.
Haz que el sonido se vuelva irreconocible. Que parezca tuyo. Ahí es cuando el público se engancha y no sabe por qué.
Desarrolla Tu Estilo Personal
Tu sonido es tu firma y si no tienes firma… eres otro más del montón. Puedes aprender todas las técnicas del mundo, pero cada productor tiene un toque único, es importante encontrar el sonido que te representa y que se pueda reconocer como tuyo, esto no quiere decir que no puedas experimentar, pero si tienes una identidad definida, será más fácil crear una base de fans leales.
Puedes dominar todos los plugins del mercado, pero si no tienes un sonido reconocible, te van a confundir con todos. Y eso, en la música, es una condena, el estilo es lo que hace que alguien diga: Ni idea quién lo produjo… pero suena a él.
¿Qué hace a un estilo reconocible?
Ciertas elecciones armónicas o rítmicas que repites con variaciones, texturas o efectos particulares que utilizas con frecuencia, el tipo de melodía o estructura emocional que usas y un enfoque estético: más crudo, más etéreo, más detallista, más minimal.
Lo que pasa cuando no tienes estilo:
Cambias de sonido cada semana, las personas no te recuerdan, las canciones no construyen una identidad, no conectas con un tipo de público, y terminas sin ninguno. Te cuesta definiste y, por tanto, te cuesta vender.
Consejos para encontrar tu estilo:
Analiza tus influencias (pero no copies como idiota): Tómate el tiempo de escuchar a tus artistas favoritos y estudia lo que te atrae de su producción, escúchalos a fondo, pero no para copiar, sino para entender qué te atrapa de ellos.
Usa un enfoque experimental: A veces, la mejor forma de encontrar tu estilo es probando cosas nuevas y viendo qué funciona, crear una atmósfera, la agresividad, melancolía, swing de los grooves. Cierra los ojos y produce un beat en 1 hora con solo un plugin, haz un tema entero sin drums, crea una canción con tres tonos distintos y suena absurdo, pero es justo ahí donde salen las genialidades. La libertad creativa con reglas raras es gasolina para tu estilo.
No temas ser diferente (es tu única ventaja): Las canciones más memorables son aquellas que se alejan de lo convencional, desmonta sus canciones como si fueran relojes suizos y luego destruye el reloj, hazlo tuyo. Los artistas que han roto el mercado no fueron los más técnicos, fueron los más coherentemente raros.
Y todos tienen una cosa en común:
Tienen estilo.
EJERCICIO PRÁCTICO
Haz esto durante una semana:
– Escoge un sentimiento cada día (miedo, deseo, euforia, nostalgia…)
– Crea un beat de 30 segundos que transmita solo esa emoción.
– Usa sonidos distintos cada día, pero mantén 1 o 2 elementos comunes.
Al final de la semana, escucha todo lo que hiciste, ahí vas a ver patrones, detalles que se repiten, eso es tu estilo, afílalo, estúdialo, poténcialo.
No es solo hacer beats bonitos. Es construir reputación, atracción y demanda, tu música es tu escaparate, tu carta de presentación, tu primera impresión y si suena pobre, caótica o mal mezclada, da igual el talento que tengas: no genera interés, no genera ingresos, no genera oportunidades.
Una buena producción te abre puertas, te pone en el radar de managers, sellos, promotores, artistas, plataformas y, sobre todo: del público real, las personas no te da una segunda escucha si la primera es una decepción.
Tu música es tu carta de presentación. Una producción de calidad te permitirá no solo atraer a más oyentes, sino también a personas influyentes en la industria, como managers, sellos discográficos, y otros artistas. Sin embargo, para que tu música sea escuchada, tienes que hacerla llegar a la audiencia adecuada.
Aprende a Promocionar Tu Música (con cabeza, no con fe ciega)
Una buena producción no se promueve sola, no es una película de Disney donde alguien escucha tu tema por casualidad y te ficha Universal, tienes que ponerla en movimiento. Una buena producción musical es solo el primer paso, es importante que aprendas a promocionar tu música de manera efectiva para que pueda llegar a un público más amplio.
Spotify (pero de verdad)
Usa las herramientas de Spotify para artistas, para hacer pitch a editores y editoras de playlists. Como las listas de reproducción y la herramienta de promoción de lanzamientos, agrupa tu música con artistas similares, no seas vago, y sí, esta mierda funciona.. Asegúrate de optimizar tu perfil de Spotify, foto coherente, enlaces actualizados. No pongas frases vacías como vibras únicas.
YouTube (aunque tengas pocos suscriptores)
No subas solo el audio con una foto pixelada. Haz un visualizer, un lyric video, un behind-the scenes, cualquier cosa que dé contexto y te haga ver como un artista completo.
Publica tus canciones en YouTube y asegúrate de usar títulos, descripciones y etiquetas relevantes, si haces trap, pon trap. Si es sad, pon sad, si es electro, pon electro. YouTube es un buscador, no lo olvides… Considera la creación de vídeos oficiales y vídeos líricos para expandir tu audiencia, activa los comentarios y responde. El algoritmo ama la interacción y tu público también.
Redes Sociales
Si no tienes redes activas, estás peleando con una venda en los ojos y tus redes no solo son para postear tu link, son para crear expectativa, confianza y conexión emocional. Las redes sociales son fundamentales para interactuar con tus fans y para compartir tus lanzamientos, no te limites a publicar solo tu música. También comparte contenido detrás de cámaras, historias, y experiencias personales que conecten con tus seguidores.
No tengas miedo en poner subtítulos, siempre, con una frase, con un error, con un simple curioso, sin miedo y sin filtro, porque una canción bien hecha y mal promocionada, es una joya en un cajón. Y una canción que suena bien, se ve bien y se mueve bien…es un puto misil.
Crecer solo es lento, colaborar es multiplicar y la música no es un deporte individual, es un ecosistema y si no estás construyendo relaciones, estás quedándote atrás. El trabajo en red es esencial, al colaborar con otros productores o artistas, puedes ampliar tu alcance y aprender nuevas técnicas de producción. Colaborar no es rogar, es combinar fuerzas. Es expandir tu visión, aprender técnicas que no conocías y acceder a personas nuevas, a públicos que aún no sabían que te necesitaban.
Consejos para colaborar:
Elige colaboradores cuya música complemente tu estilo. Las colaboraciones estratégicas pueden abrir puertas a nuevas audiencias, no veas a los demás como competencia, cada colaboración es una oportunidad para aprender algo nuevo.
Elige bien: no todo artista te suma. Busca quienes compartan tu energía o complementen tu estilo.
Propuesta clara, sin postureo: no digas “colaboremos bro”, di: “tengo esta idea, tu flow encajaría perfecto en el verso 2. Lo movemos juntos y le metemos promo real.”
Define condiciones desde el inicio: quién produce, quién mezcla, qué derechos hay, quién se encarga de la promo. No lo dejes a la buena fe.
Comparte el proceso: mostrar cómo se gesta la colaboración también es contenido. Y conecta más que el resultado final.
No colabores por fama, colabora por conexión: si no hay química, no hay magia. Y eso se nota.
La producción musical no es una habilidad que puedas dominar de la noche a la mañana, pero con práctica y dedicación, puedes mejorar significativamente, la producción musical no se domina, se entrena, todos los días. La clave es seguir aprendiendo, experimentando y perfeccionando tu sonido con cada nuevo proyecto, si te tomas en serio tu producción musical, puedes cambiar tu carrera para siempre y ofrecer a tu audiencia algo que los inspire, los emocione y los haga seguirte como artista, nadie se convierte en un productor respetado porque lo sabe todo. Se convierte porque tiene hambre de aprender incluso cuando ya sabe mucho.
Y eso es lo que separa a los mediocres de los imparables. No te compares con artistas terminados cuando tú estás en modo construcción, lo que hoy es tu peor mezcla, puede ser tu caso de éxito mañana, si la trabajas, si no la abandonas, si entiendes que esto no va de “nacer con oído”, sino de entrenarlo como un músculo.
Ejercicio final:
Este ejercicio no es para “ver si lo haces”, es para que lo hagas, porque si no aplicas lo aprendido, te estás autoengañando.
Haz una lista de 5 técnicas o herramientas de producción musical que aún no dominas.
Ej: Sidechain, automatización, layering vocal, mezcla en mono, uso de limitador.
Establece un plan de 30 días.
Día por día, práctica enfocada en una de esas herramientas, no tienes que ser experto en un mes, pero sí menos ignorante que hoy.
Reproduce una de tus canciones antiguas.
Escúchala con los oídos que tienes hoy.
¿Qué harías diferente?
¿Qué parte suena débil?
¿Qué efecto podrías haber usado mejor?
Toma notas reales.
No mejorar un poco el beat, sino: el kick pierde pegada en el segundo drop, revisar compresión.
Aplica TODO en tu próximo proyecto.
Ese será tu verdadero antes y después, no tu próxima canción, y sí tú siguiente nivel.