Contents
Manager. Igual que tu representante, pero sin cuentos.
Te lo digo claro y sin rodeos, si no estás dispuesto a moverte, ni me molestes
Yo me ocupo de que generes resultados reales.
Te voy a enseñar cómo ganar dinero, te voy a dar los conocimientos de las membresías, los métodos y, lo más importante, los resultados para que tu música sea lo que tiene que ser.
Y lo mejor de todo: que TÚ aprendas a hacerlo por ti mismo.
Esto no es magia, no es suerte, es puro trabajo.
Voy a ser insoportable con cada cosa que te pida… pero si analizas cada paso, entenderás cómo hacerlo y tendrás una hoja de ruta para currártelo solo o juntos, pero sabrás cómo.
¿Quieres ahorrarte el dinero?
Está bien, es normal.
Pero si decides trabajar conmigo, prepárate.
Cuando pagues, ese dinero ya será mío, pero los resultados son tuyos.
Y eso es lo que me pone cachondo.
Ver a la gente ganar.
Nada me excita más que ver el triunfo.
Esto no es para los débiles.
Si estás listo para currar, aquí te espero.
PRECIOS MANAGER (ANUAL)
1 Año
27.200€
1 Año
53.300€
Un problema familiar
Creo que fue un martes, mi familia me echo de mi casa, la casa de mi infancia.
Su casa.
Por una pelea familiar en una fiesta, si mal no recuerdo, era un cumpleaños de niños chicos.
La disputa comenzó por la música… Se podría decir…
Bueno…
Lo importante. Mi mujer y yo, salimos de allí.
Cuando crucé la puerta de esa casa, me di cuenta, por primera vez, que era novio, esposo, amigo y hombre.
Fue en ese instante.
No fue cuando nos conocimos, fue cuando crucé la puerta de mi casa con mi mujer y nuestras cosas en bolsas de basura dentro… La familia.
Así que no pude evitar agarrarla entre mis brazos, pegarla junto a mí y decirla una y otra vez…
«Yo me encargo»
«Yo me encargo»
Desde aquel día, tuve una obsesión, y era que cuando esa mujer fuera mayor de 40 o 50 o 60 años, sintiera orgullo por su esposo.
Era lo único que quería, que se sintiera orgullosa.
Como yo lo estaba de ella por siempre estar a mi lado.
Somos de origen muy humilde, pero siempre me sentí orgulloso de su ejemplo.
Y allí estaba con aquella mujer, queriendo que estuviera orgullosa del inútil de su hombre, que no había sido capaz ni de ir a una universidad y que lo único que había hecho en la vida era trabajar mucho y ganar poco… Mientras no paraba de decirle (siempre hablé a mi mujer como si me entendiera) «yo me ocupo».
Una vez hasta empecé a ganar dinero, pasaron unos años.
En realidad, más que a ganar dinero de verdad, pasaron unos años desde que nos conocimos hasta que supe que «jamás volvería a tener problemas de dinero».
Durante esos años, trabajé como un cabrón, trabajé de forma obsesiva.
Durante alguna temporada.
Siempre la música me ha dado algo de dinero, suficiente.
Trabajaba unas 9 o 10 horas al día.
Y muchas veces, al volver del trabajo, me paraba a las afueras, a fumar, mirando al mar.
Y hubo un momento que pensé… «No lo voy a lograr».
«Nunca saldré de esto».
«Soy el mayor inútil que hay en la puta tierra».
«Soy una mentira, un fracaso».
Eso me torturó unos meses.
Nunca en toda mi vida me había sentido así, siempre fui un tipo muy seguro y confiado en que algún día me iría genial en la vida.
Que yo valía.
Que tenía cojones y tenía talento.
Siempre me quise mucho, la verdad.
Quizá fuera por pasar tanto tiempo conmigo, no lo sé.
Me enseño mi familia, a quererme mucho y a no creerme más que los demás.
Pero durante esos meses, sentí una sensación de fracaso tan absoluta y profunda, que me hundí.
Porque no hay nada peor que sentir que te has engañado y fallado a ti mismo. Que todo había sido una mentira. Y que a lo único que podía aspirar en la vida era a la nada.
A nosotros mismos no nos podemos engañar, por eso siempre me gusta decir…
«Ten ética del trabajo».
Los demás que juzguen lo que quieran, pero tú ten ética del trabajo, respeta el dinero y el tiempo de la gente y te irá mejor, si les engañas a ellos harás algo mucho peor y es engañarte a ti mismo.
Y esa es una sensación insoportable.
No hay mentira más dolorosa que la propia.
Siempre fue así.
Y bueno, así me sentía yo durante aquellos meses. Fue relativamente hace poco (años).
Sin embargo, seguí y seguí… y aquí va el pensamiento que me gustaría compartir contigo, por si te sirve… No fue el dinero, nunca fue el dinero.
Lo que me empujó a seguir sin descanso fue lo que le prometí a mi mujer y sigo luchando por ello.
«Yo me ocupo».
Que se pueda sentir orgullosa de mí.
Eso es todo.
Toda esa perseverancia, toda esa fuerza, la saqué de ahí.
La mejor parte
No fue por dinero.
No fue por fama.
No fue por presumir ante nadie.
No fue por poner patas arriba el mercado.
No fue por estrategia empresarial.
No fue por un documento con la previsión de facturación.
Fue por hacer sentir orgullosa a la gente que me amaba y a la que yo amaba.
Eso fue todo.
De ahí salió todo. Sin eso, sería vagabundo.
Trabajar duro para quién, ¿para mí? No joder.
Nunca me tomé la vida tan en serio, solo estoy de paso por aquí, si fuera por mí, sería vagabundo.
No fue por hacer entrevistas.
No fue para ir por el mundo dando talleres.
No fue por tener cientos de personas haciendo fila para comprar mis canciones.
No fue por viajar.
Ni por una chapa de oro.
Fue por mi mujer y para que el día que sea una anciana y mirara con vista de pájaro a su loco, pensara… «Qué hijo de puta, estaba condenado y mira, mira la que lío…».
Solo quería que mi mujer se sintiera orgullosa.
Regalarle el orgullo, el amor y el ejemplo.
Regalarse eso.
Solo eso.
Todo eso.
Y te digo y puedes creerme, me compres o no, te guste yo o no, que te deseo lo mejor y sobre todo te deseo, una fuerza mucho mayor que tú.
Que lo hagas por alguien que no seas tú.
Que lo hagas por el amor y la rabia orgullosa de la gente a la que ames.
Si tienes esa palanca, puedes tardar años, como tardé yo, pero lo lograrás.
No me cabe duda.
No lo hagas por dinero.
No lo hagas por fama.
No por placeres.
Hazlo por los que amas.
Eso te dará una fuerza que nadie podrá parar.
No culpes nunca a nadie.
Ni juzgues al que le vaya mejor, aprende con humildad.
No sientas que lo sabes todo.
Ten ética del trabajo.
Y quiere a los que te quieren.
Cuida de ellos.
A tu forma, como tú sepas hacerlo, pero que sea eso lo que te empuja.
Te juro, que es lo único que me ha llevado hasta aquí.
El orgullo de lo que amo.
Querer cuidarle.
Eso me hizo (y me hace) perseverar y perseverar y perseverar…
Y que todas mis limitaciones, que son muchas, no lo impidieran.
Fue el amor.
Fue el orgullo.
El dinero y todo lo demás, viene después.
Siempre hay algo más importante, y si solo lo haces por dinero, por el maravilloso dinero, ojo, porque el dinero es maravilloso, pero si solo lo haces por dinero, no te alcanzará.
Porque habrá hombres y mujeres, que estarán luchando por el orgullo de los que aman y ellos siempre serán más fuertes que tú.
La gente cobarde, en foros, desde su casa, criticando el esfuerzo de los demás, esos se destruyen a sí mismos.
La gente que ama su trabajo y que ama a su familia, es la que construye y es a lo que debes aspirar convertirte.
Seas como seas.
Es a lo que debes aspirar.
En construir y en dar.
Ese es el sentido de la vida.
Voy a pelear y currar por ti como si fueras de mi propia familia, porque quiero que triunfes y disfrutes del camino. Pero esto no es solo trabajo mío, es algo que vamos a construir juntos. No se trata solo de que yo haga todo, quiero que lo tengas muy claro: esto es un esfuerzo conjunto.
