La verdad incómoda
Hoy, cualquier persona con un laptop y acceso a internet puede sacar una canción.
Miles de temas nuevos se suben cada día.
Todo suena igual.
Todo se ve igual.
Todo es olvidable.
El público no tiene tiempo para escuchar “propuestas musicales”. Solo reacciona a lo que le rompe el patrón mental.
No es porque no seas bueno.
Es porque no has dado razones reales para que elijan la tuya sobre las 50.000 que salen cada viernes.
Aquí es donde entra la psicología de ventas: Nadie elige lo mejor.
Elige lo más claro, lo específico, lo emocional, o lo que percibe como diferente.
Puntos de dolor del mercado saturado
Todo suena genérico.
La gente siente que escucha más de lo mismo.
Si no muestras algo diferente en los primeros 3 segundos, se van.
Los artistas no tienen personalidad.
Copias de copias.
Sin discurso.
Sin identidad.
El público no conecta con alguien que no proyecta una postura clara.
Demasiado ruido, poca dirección.
El público potencial se abruma con tanto contenido.
Solo sigue lo que le da claridad inmediata de “esto es para mí”.
Mismo diseño, misma promo, mismo video.
La repetición visual cansa. Si se ve igual a lo que ya han ignorado antes, lo ignorarán otra vez.
Números sin comunidad.
Artistas con 200K oyentes, pero sin un fan que compre. Porque nunca generaron vínculo real. Solo plays vacíos.
Te voy hablar sobre influir en las personas, de cómo influir para vender tu música o producto.
Tengo un amigo que lo llamamos ‘’el cabeza’’, tiene un hijo de catorce años.
El cabeza tiene una habilidad, te cuenta su vida en 30 segundos.
Piensas:
¿Qué digo?
¿Qué hago?
Me dijo que educaba a su hijo para que tuviera mucha personalidad, se alejara de las drogas y no se dejara influir de sus amigos. Lo único que supongo que como el chaval salga igual de listo cómo él padre y algo de vicio. A lo mejor es él, el que influye a sus amigos.
Bueno, esto no es nuevo.
Que los padres piensen que sus hijos son los santos, y el mundo el malo. Y quizá, su hijo es un cabrón, un mentiroso o un rencoroso. Yo lo entiendo, en serio, es comprensible.
Aunque a veces no vemos las cosas todo lo claro que debemos. Pasa siempre. Algunos tienen problemas dentro y los buscan fuera.
Si va mal el trabajo, la culpa es del jefe.
Si va mal la relación, la culpa es del amor.
Es mejor, ser responsable y cuerdo. Céntrate y no te lamentes.
Mira.
Una película de héroes.
Un hombre sube a un ascensor y se encuentra con el héroe. Pensando que era el típico friki, un tío raro vestido de héroe.
Le dice:
– Bonito traje.
Responde:
– Aprieta un poco.
No se dio cuenta que era Superman.
El cabeza y encontrarte con Superman es parecido. Tienes que mirar en el dentro, en vez de mirar fuera.
A veces lo tenemos delante y no sabes cómo hacerlo, solo tienes que hacerlo cómo tú lo harías.
La mayoría de los músicos lo dejan en menos de cuatro o cinco años.
Lo dicen las estadísticas.
No yo.
Con esta historia podemos evitarlo. Tenemos dos partes, un parte ya la has escuchado antes y la otra no. Casi seguro que no la has escuchado.
Primera parte:
– Seguro que la has escuchado
Segunda parte:
– Perros de Pavlov
Esta parte es la interesante, va de persuasión y haters. Todo el mundo habla sobre esto, pero no se fija en lo correcto. Alguna vez has escuchado sobre los perros de Pavlov. Esta parte si la conoces.
Un científico ruso finales de 1800, hizo un descubrimiento. Antes de dar de comer a sus perros, hacía sonar unas campanas y los perros salivaban, cuando escuchan la campana a una hora, salivaban. Un día hizo sonar las campanas y no le dio comida, ellos salivaron igual.
Lo llamo, reflejo condicionado.
¿Cómo funciona esto en las personas?
Los haters son perros de Pavlov, siempre van a reaccionar de la misma manera. Cualquier cosa, empiezan a salivar. El cliente que no tiene cosas de perros de Pavlov. Vamos a la segunda parte del experimento.
Esta no lo habrás escuchado.
Invito a sus amigos para enseñarles el estudio que estaba haciendo a los perros. Intento hacerlo salivar cuando sonaba la campaña pero no les importaba, no salivaban. Se emborracho de whisky.
Bueno…
Vodka, que era ruso. Lo del whisky es una historia buenísima, lo llamaron en estados unidos whisky blanco. Para poder venderlo, porque en la época de la guerra fría, introducir algo de rusos. Daba muy mal rollo, así que vendieron esto como whisky blanco. Lo que hace una buena comunicación y darte la vuelta al producto.
Sigamos con Pavlov.
Se dio cuenta después de la borrachera. Qué al estar sus amigos presentes, los perros en vez de estar en modo reflejo condicionado. Pasaban a modo investigar. No estaban tranquilos, porque les había sacado de su habitad. No era la campana en sí, era el conjunto lo importante.
¿Qué quiero decir con esto?
La base del descubrimiento de Pavlov, se base en la repetición.
Como es tan importante en los negocios, espero que lo entiendas.
Vamos a ver otra parte más profunda.
Tienes contacto y comunicación constante con tu cliente que le gusta o, observa tu producto. Para que los perros asociaran el ruido de la campana con comida, Pavlov necesito un tiempo.
Si tú le tocas la campana a cualquiera perro no pasa nada, igual si subes un contenido por subir.
Tienes que generar confianza con el tiempo, con tu propia campana, pero antes debes crear un entorno amigable.
Sé directo y simple.
Si alguien no puede resumirte en una frase, no te recordarán.
Ejemplo: “Yo hago rap para gente que odia fingir” → directo, emocional, específico, rudo.
Necesitas que quieran ser cómo tú.
Las personas se suman a movimientos, no a perfiles vacíos.
Haz que tu audiencia sienta: “ser fan de este artista dice algo de mí”.
No seas como todos.
Tu ventaja es señalar lo que otros no se atreven. Posiciónate contra lo blando, lo falso, lo que suena igual, sé diferente.
La mente ama lo que genera contraste.
Haz que te elijan.
No digas “escúchame”, di: “esto NO es para todos”.
Cuando restringes, creas escasez. Y la escasez vende.
Valida emociones no validadas.
La mayoría canta cosas seguras.
Si tú hablas de lo que otros callan, te vuelves inolvidable.
Estrategias de impacto
Post directos tipo punchline:
“Tu artista favorito suena igual que todos. Yo no.”
“Esto no es música para TikTok. Es para sobrevivientes.”
“Si quieres likes, no me sigas. Si quieres sentir algo, dale play.”
Lenguaje de venta agresivo inteligente:
No mendigues atención. Proyecta poder.
Habla desde el valor: “Mi música es para los que ya no creen en nada”.
No ofreces entretenimiento. Ofreces catarsis.
Diseño disruptivo:
Colores, portadas, videos y letras que generen interrupción visual/cognitiva.
Menos bonito y más inesperado.
Menos bonito.
Más inesperado.
Marketing psicológico:
Repite símbolos, conceptos y palabras clave para generar familiaridad.
Usa términos que la gente ya tiene internalizados: ansiedad, desamor, rabia, soledad, presión, pérdida, propósito.
Posiciónate así:
NO: “Soy un artista urbano de España con influencias de X y Y”
SÍ: “Soy el tipo de artista que no pones en una fiesta, pones cuando se te rompe el mundo y quieres dar por culo”
Psicología que sí vende
Activador | Cómo aplicarlo |
Dolor | “Si sientes que todo es mentira, esta música es real.” |
Pertinencia | “No somos fans, somos sobrevivientes.” |
Emoción | “Esto no es para que te distraigas, es para que te despiertes.” |
Simplicidad bruta | “Música para los que no tienen a quién contárselo.” |
Diferenciación | “No hago hits. Hago himnos para gente rota que aún sigue en pie.” |
No luchas por atención, luchas contra la irrelevancia. Y la única forma de no ser irrelevante es: ser radicalmente tú, con un mensaje que corta, con una energía que marca diferencia, y una identidad que la gente pueda elegir porque les refleja algo interno.
Cuando lo haces bien, no necesitas rogar atención. La gente te busca. Ser rechazado es lo mejor que te puede pasar. La gente tiene mucho miedo a eso. Te podría decir 200 chorradas tipo…
– Supérate.
– Ayuda a los demás.
Chorradas.
¿Sabes por qué?
Porque cuando comprendes que no puedes interesar o gustar a todo el mundo, entonces. Pierdes el miedo a que a no gustar y eso es lo mejor para aprender a venderte, tienen que mandarte a tomar por culos muchas veces y perder el miedo a venderte. Cuando te rechazan, aprendes una barbaridad, es fácil, cosas tipo…
– Intentas ganar dinero, no ayudar a nadie.
– Lárgate, no vuelvas.
Listo. Preparado para vender más.
Yo hubo una época que vendía panes, era malo con cojones, pero malo con avaricia. Mucha avaricia y ganas de ganar dinero.
Un día después de casi dos meses sin vender, vendí más que todos mis compañeros.
No es broma.
¿Cómo?
Hablando mal de nuestra empresa, de mi jefe, de los compañeros y cuando se lo dije a mi jefe, nos descojonábamos. Si no eres perfecto, no tengas miedo, sácale partido.